1r parto no respetado Teknon, 2º parto respetado Sant Joan de Deu Esplugues


Ya es hora de poder compartir mi relato de parto. Para mi no tiene sentido si no publico los relatos de mis dos partos, ya que el primer parto condiciona el segundo, por lo que es muy largo pero siento la necesidad de explicarlo en detalle para que haya posibilidad de que otras mujeres se pueden ahorrar una experiencia como lo que fue mi 1o parto.

Tras unos 7 años intentando quedarnos embarazados y con dificultades seguramente debido a una conización que dejó mi cuello utero tocado, decidimos a tratar la infertilidad. En el sistema público nos dijeron la lista de espera era de min dos años y comienzan con RA durante unos ciclos y después si no va, FIV. Mi ginecólogo me recomendó pasar a FIV directo si que fuimos a IVI con un importante esfuerzo financiero, y conseguimos un embarazo a la primera. ¡Que alegría! Quisé vivirlo todo dado que ya veía que por todas limitaciones tanto físicas y financieras no iba a poder tener muchos hijos. Manifesté a mi gine que querría un parto natural que ella acordó en apoyarme y me mandó a Isabel Coca una comadrona independiente para hacer clases de yoga y preparación al parto, que acude religiosamente.

Estuve bajo controles ginecológicos cada 14 días para vigilar que mi cuello útero iba aguantando porque es mas corto que lo normal. En la semana 28 empecé a tener dolores y acude a hospital San Joan de Deu de Esplugas porque aunque había planeado parir en la Teknon donde esta mi gine, no pueden hacer partos de muy prematuros. Estuve de parto, dilatada a 3cm y con el cuello casi todo borrado. Me ingresaron y usaron tocoliticos para parar las contracciones. Fue increíblemente estresante y desesperante, pero lo salvaron, y me trataron con mucho apoyo y cariño. Estuve varios días y cuando fui a casa pasé el resto del embarazo en horizontal, solo levantándome para baño.

Llegado la semana 35, mi gine dijo que poco a poco podía levantarme para poder estar en forma para el parto. Tarde dos días en volver a poder moverme sin mareos porque llevaba mucho tiempo inmóvil, y el primer día que sali de casa para un mini paseo, me puse de parto nuevamente….

Acude ese vez a la clinica Teknon para que mi gine me atendiese y informé a la comadrona de turno que estuve de parto y además de 35 semanas de gestación, por lo que querría que se informara mi ginecóloga de inmediato. La comadrona, se rio y dijo “con esta barriga enorme, estas de 39, no 35 semanas, te has calculado mal las fechas”. Le dije que “No, es de FIV y sé la fecha y hora exacta de la concepción”. De este momento le cai mal. Le di mi carpeta con informes médicos y plan de parto y la recordé que querría un parto natural que especificaba que no querría parir en litomia ni tener oxitocina, ni epidural. Pedí la pelota de pilates para dilatar. Me dijó que no hay pelotas y que tenía que pasar a estirarme en la espalda para hacer correas. Le dije que no puedo estirarme porque no puedo respirar y me mareo, pero me obligó. A poco rato volvió y dijo que “echaría una visteza” allí abajo. Trajo una sabana y me obstruía la vista de que hacia pero vi que tenía un gancho que saco de su bolsillo. Me hizo un tacto que juraría que me metió toda la mano y tuve una explosión de dolor tan fuerte que grité, salté y la dí un empujón de autodefensa que se tomó varios pasos atrás para no caerse.
De repente salía mucha agua y yo empecé a sentir el pánico que había entrado en una casa de horrores, que era efectivamente el caso. Me informa que según el registro mis contracciones no eran funcionales, pero yo miraba el papelito y la raya salía del papel y eran fuertes! Como que no? Me estuvo manipulando pero nosotros no teníamos conocimientos técnicos para discutirla. Me dijo que tenía que tener oxitocina sí o sí sino esto no progresaría y causaría estrés al feto. Dijimos no, yo y mi pareja. Al poco rato mandó mi marido a por no sé que papel o algo del ingreso y cuando el se fue, me colgó y enchufo el bolso del oxitocina contra mi voluntad. En todo estos yo estoy todavía con monitores en con mucho dolor y sin respirar bien sobre mi espalda. Parece que había ido punto por punto de mi plan de parto y hacer el opuesto. Cuando subió la oxitocina empecé a vomitar y temblar y pedia agua y me lo negaron. Los dolores me cogían todo la espalda como calambres eléctricos. Me dijo que me tenían que poner epidural ya sino el anestesista iba a hacer dos cesarías y no volvería. Me marido dijo que no querria, pero en estas alturas ya estaba llorando y jadeando con dolor en la espalda y cambie de idea aunque dije no.

Mi gine no vinó nunca al parto. La comadrona del equipo del gine sí apareció. Ella trajo la pelota de pilates y saco las correas y intento mejorar la situación pero ya era tarde porque e estaba yo hecho un asco y muerto de miedo con que había entrado en un estado de negatividad. Dije que tenía que ir al lavabo y me encerré allí un largo rato. La comadrona mala diciendo me a la puerto que tenía que salir y yo diciendo “tengo más caca” aunque no tenia estuve refugiándome de ellos. Fue el único rato del parto que no fue mal, no sé cuanto tiempo estuve allí, quizás una hora. Finalmente entraron y me sacaron cogiéndome los brazos y me obligaron a estar en la camilla sobre la espalda y con correas una vez más y como se habían pasado con la oxitocina ya tenía un dolor incesante que no podía respirar y me pusieron en el lado izquierdo a ver si parase, pero no. Pedí el epidural ya a gritos, y me lo pusieron. Por fin estuve justo como ellos querrían, como un trozo de carne con lo que podían hacer lo que querrían.

Apareció un gine y dijo, a la sala de partos…allí fuimos era un quirófano frio, metalico, lleno de instrumentos y una luz super grande sobre cabeza. El epidural solo funciono en un lado y podía sentir las contracciones y me decían coger aire, hacer apnea y empujar pero no tenía ganas y por lo visto las esfuerzos que hacia yo no funcionaron o quizás era más cuentos. También el gyne diciéndome, que veía venia la cabeza y era grande. En seguida decidieron ponerse sobre taburetes y empezar a empujar hacia abajo sobre la parte más arriba de mi barriga, y pensé que ya esta, estoy muriendo a ver si sacan el bebe vivo. Cuando esto no era suficiente dijeron a mi pareja también poner el brazo de lado y también empujar hacia abajo, ya eran dos personas y cada vez que exhalaba aire, no podía inhalar porque tenía el peso de dos adultos encima mío apretándome a saco. En un momento dado el gine dice de parar y “ya esta la cabeza” y que que iba a cortarme porque era grande, y me levante la cabeza, sin poder habar le hice el no con la cabeza y mi pareja le dijo que “Lo tendrás con ella si lo haces” y no lo hizo. Un minuto más y literalmente tiraron un bebe encima y se había acabado la tortura, ya estuvo aquí Christian, nos perdemos mirándole y tocándole. Quedamos en quirófano un largo rato porque tuve una hemorragia, la pared del canal se había partido y no se paraba de sangrar sola. Me pusieron un pac para pararlo que duró rato y después coser. Tuve mi hijo conmigo encima, parecía que todo iba mejor ya que los dos habíamos sobrevivido hasta este momento.

El parto entero eran 5 horas. Luego dijeron que era prematuro e iban a hacerle un par de pruebas mientras subía yo a la habitación, y se lo llevaron. Cuando llegue a planta no estuvo y no vino. Cuando llame me decían que ahora me dirían algo y después no volvieron con información. Pase desde las 3.30am hasta las 8.30am cuando me lo trajeron sin saber nada de mi hijo y si estuvo bien, pase la noche en vela queriendo ir a ver que pasaba pero el epidural todavía tenía las piernas entumecidas y me habían dicho que no podía salir de la cama. Después teníamos a Christian tres días con nosotros pero nunca llego a despertarse y apenas comia por lo que estuve yo pidiendo ayuda de enfermeras constantemente pero las enfermeras que entraban no sabían, venían para limpiar y traer comida. Llamaba al interfono para que viniese una comadrona a enseñarnos como hacer que comiese. Nunca vinó, sigo esperando. Una vez tras insistir mucho, se puso al interfono y dijo, “Apreta su barbilla y ponle la boca al pezón”. Mi gine sí vino vernos y le explique estos quejas y me mando su comadrona quien nos enseño como espabilar el bebe, pero aun así no consigamos gran cosa y mi ansiedad fue aumentando por las nubes por que me parecía que se nos iba a morir y que a la vez de estar atendidos en un hospital estuvimos mas abandonados que haber parido bajo un baoab solos en Africa.

Me dieron la alta a mi pero al último prueba del bebe, se lo llevaron y nuevamente no lo trajeron. Pasaron horas nuevamente no teníamos información. En estas alturas ya podía andar y fui a neo natos y insistí que me dijesen si estuvo allí o no. No dieron información. Llame me gine llorando que habían llevado el bebe hace 6 horas y nadie me decía donde esta. Todo el mundo decía que tienes que esperar a hablar con un pediatra que nunca llegó. Mi gine acudió a la clinica y averiguó que habían descubierto que nuestro bebe tenia bilirrubina y un bajón de azúcar, y estuvó ingresado en neonatos. Se quedó durante 8 días donde seguían sin darnos el apoyo a la lactancia y le alimentaron de bibes siempre que no estuve porque solo se podía entrar una de cada tres horas de día y nada de 8 de la noche hasta 8 de la mañana. No había un espacio para que las familias podían descansar entra visitas, solo los bancos plásticos duros de la entrada de la planta, no un sitio apta para mujeres recién paridas con puntos recuperándose de un parto traumático. Saliendo del hospital 11 días más tarde finalmente estuve hecho un autentico mierda, y mi hijo ya tenía cólicos y lloraba sin parar y yo también. Tuvo un ojo hinchado y su cabeza siempre giraba a un lado. Tuvimos que llevarle al osteópata para que corrigiese que le había pasado en el parto y yo con muchos meses de incontinencia al orinar que nunca se soluciono del todo. Aunque podría pasar igualmente en un parto natural no puedo dejar de pensar que la prisa y la fuerza brutal y tanta trauma en el parto fue un factor en todos las secuelas que sufrimos (yo hemorragia, incontinencia, mi hijo ictericia y trauma a la nuca y ojo). También pienso que acabó en neonatos por falta de un apoyo de una especialista en lactación.
Mi gine me dice que tenía yo un embarazo complicado y el parto era complicado (es mi culpa se ve) y al final ambos salimos bien. Yo sinceramente esperaba más que sobrevivir como poco poder respetar mínimamente mi plan de parto incluso sabiendo cuando es un parto alto riesgo pues sí monitorizan mas etc.
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Mi 2o parto
Nuevamente nos quedamos embarazados con FIV en 2017 y nada mas comenzar empiezo tener miedo al parto y resurge la trauma del primero. Este vez también estaba muy fijo que no me iban a manipular y secuestrar mi segundo parto. Me había dado cuenta que no era indicado ninguna de las intervenciones que me hicieron y todos ellos tenían un precio alto. Vuelvo a hacer la preparación con yoga y clases antenatales, recibo terapia de trauma, trabajo con meditaciones, afirmaciones, leo libros de Ina May, me uno al dona llum etc. ¡Este vez estuve como una guerrera!
Decido hacer el seguimiento del embarazo casi íntegramente en San Joan de Deu dado que no volvería a parir en la Teknon ni que me pagas aunque me visito unas pocas veces en la privada por cubrir los tiempos de derivación etc. Todo iba bastante bien, un poco de GD controlado con dieta y nada mas hasta que el bebe quedo en podálico hasta la semana 33, y cuando pregunto y como lo giramos…el gine dice, no te preocupes, si no gira podemos hacer un ECV y sino una cesaría. Rápidamente acude al foro y me pongo en contacto con las matronas acupuntoras para tratar de girarlo. En la semana 34 y algo empezamos a trabajar el tema con acupuntura, moxi, posturas de yoga, luz, sonido, dar vueltas en la piscina. Fue una semana y pico larga y movida pero al final se gira y vuelvo a estar en camino al poder parir naturalmente.

El día que cumplímos los 40 semanas, me despierto a las 4am con algún contracción pero como iba pasando desde unos dos semanas antes no le di más importancia. Este día fui teniendo contracciones pero no dolorosas, cada 10 minutos más o menos. A medio día empezó a nevar y se anunció un gran temporal con nieve que ya había paralizado Inglaterra y Italia! Nosotros vivimos en Vallvidrera en la montaña, y decidimos que por si acaso saldremos del pueblo. Bajamos a casa de los cuñados y tras una ducha caliente me estiro en la cama a las 11pm y ¡rompo aguas! Por fin esta llegando mi segundo hijo y me alegre, que ilusión.
Hablamos con las comadronas acupuntoras quien nos acompañara y nos vamos directos al hospital por poner antibióticos. La comadrona de turno de noche me pone 5 minutos de registros, dice que me siento o me pongo como estoy cómoda. Después dice que esta todo bien y nos sube a planta y tranquilamente cuando me pongo en fase activa / necesito apoyo, llamar y nos volverán a bajar a sala de partos. No pusieron ningún prisa, no juzgaron las contracciones, no me hablaron de que si en X tiempo no me ponía de parto harían algo más es decir no pusieron presión. Me trajeron una pelota de pilates y apague las luces, mire la nieve caer fuera, escuche mi música y me puse meditar sobre la pelota muy tranquila y feliz con mi marido a lado descansando en la cama de acompañante. Fueron llegando contracciones y las recibí con ganas, me decía “Abro para recibir mi hijo”, los exploraba con curiosidad, como si ese va a ser mi única oportunidad y lo quisiera saborear al máximo. Después de cada contracción decía “respiro y relajo mi cuerpo y mente”.

Llego un momento que las contracciones fueron mas fuertes, despierto mi marido y le digo que pide a Gaia que venga que estoy seguro que estoy de parto en serio ya. Llegó Gaia con una sonrisa y charlamos un poco entre contracciones, me puse un bolsillo de semillas caliente en la baja vientre que era muy gustoso y me hizo acupuntura para ayudar a abrir los canales y que se marcha bien, estuvimos allí muy tranquilas y viendo venir e ir una tras otra contracción. Cuando me empiezo ya ponerme más callada y mas girando hacia mi experiencia interna, mi sugiere si es hora de ver si bajar a la sala de partos. Me doy cuenta que ya es mañana y sigue nevando! Viene la comadrona y me dice que estoy a 6 o 7cm dilatada y ya podemos bajar, que celebramos con risa, sonrisa y aplaudimos.

Nos vamos a la sala de partos natural que tenia luces tenues, una bañera redonda, una colcha al suelo. Pusimos música, entro en la bañera y las comadronas y mi marido todas por alrededor de la bañera. En un momento dado veo que Gaia me está dando aromaterapia con una hoja que flota cerca de mi cara, la otra comadrona Nuria que cogía agua caliente con un cuenco y lo vertía sobre la barriga, mi marido cogía mi mano. Pensé ¡esto es como parir como la reina de Egipto! No tuve epidural ni ninguna analgesia pero no tenia sufrimiento de ningún tipo, tenia sensaciones fuertes pero estaba segura, feliz y tranquila. Y asi pasamos un par de horas, mientras los contracciones se hacían más fuertes hasta un punto que me dí cuenta que no estuve cómoda en ningún sitio, me ponía barriga abajo, de lado, arriba y empiece quejar y vocalizar cada contracción. De repente se pararon las contracciones y era como despertar, me ofrecieron beber, un poco de fruta seca y descansamos 20 minutos pero nadie se propuso que había ningún problema así que tan tranquilos. La siguiente contracción tenía ganas primordiales a empujar y gruñir. ¡Ya venía Theo! Había que salir de la bañera por protocolo, no se dejan expulsar bajo agua. Llegaban los pujos bastantes especiados. Estuve a 4 patas en la colcha y me dieron una pelota de pilates para descansar la cabeza y brazos o para ponerme más vertical que funciono super bien porque podía rodarme delante y detrás para buscar donde estar mas cómoda. Mi marido me daba masaje de espalda entre pujos. En un momento empezó decir que “Ya no puedo más, estoy cansada”. Gaia me colgó un pendiente por el cuello y me aseguró que sí podía. Mi fueron animando, “Que ya lo vemos, tócale la cabeza, un poco mas que ya está aquí”. Me sentía estancada y creo que ellas lo vieron y me dijeron, cambia posición y probarse de ponerme de lado. Nada mas moverme sentía un gesto y la cabeza de Theo se asomo además de esta posición de lado lo podía ver. Sentía un anillo de fuego por alrededor de la vagina y mucha presión en el ano. Mire y ya salía la cabeza y estire la mano para tocarlo, era increíble. De repente volvía a tener ganas y energía y con la contracción hice un pujo fuerte. Salió la cabeza, y después de unos momentos el cuerpo salió rápido como se tratase de una barra de jabón. Había pensado en cogerlo pero era sobrecogido por el esfuerzo y el momento y no pude, pero las comadronas me lo pasaron previo desenredo con su cordón que iba por encima del hombro y abajo de una pierna. Theo abrió los ojos y nos miraba de inmediato, no lloró pero sí hacia ruiditos y vemos que estuvo perfecto y empezamos a conocernos. Esperaba que fuera un momento de gran explosión de amor pero estuve con agotamiento y solo sentía curiosidad y alivio que había salido todo bien. Estuvimos unos 3 horas en la sala, allí ya pude darle pecho y conocer a mi bebe, y recuperarme comiendo unas galletas mientras hicieron los puntos del desgarro. Nuevamente tenía ganas de llorar pero esta vez del alivio y de gratitud.
Llegados a la habitación todos juntos, las enfermeras ayudaron (repetidamente) para que se podía dar pecho cada poco tiempo y que se enganchaba el bebe correctamente cada vez. Todos las pruebas que hicieron, lo hicieron en la habitación con nosotros delante. De hecho nunca me he separado del bebe desde que nació. El parto desde la 1ª contracción hasta el último pujo eran 31 horas perfectas, de los cuales a partir de romper aguas 7h en la habitación, 2 o 3 en la bañera y 90minutos de pujos mientras nevaba como si el universo tiraba confeti para la llegada de mi hijo.

Mi hijo no tuvo ninguna séquela del parto, de hecho es un bebe de mucha calma. Me recupere super rápido de este parto, la misma tarde pude ponerme a pie y ducharme y después de hacer una siesta que se ocupo de el mi marido, hablar y abrazar mi bebe toda la noche. No tengo incontinencia esta vez. No tuve ese depresión que dicen que te pase cuando te llega la leche y lo que me pasó en el 1º parto. Mas es me siento fuerte como si tuviera super poderes!

Todas las mujeres debería tener la oportunidad de parir así con apoyo en un entorno seguro, sin atosigamiento, prisas, manipulaciones e intervenciones innecesarias! Por eso estoy supera agradecida de la sabiduría que he aprendido de las madres y profesionales de Dona Llum, a Gaia y Chiara Capece las matronas acupuntoras por el apoyo integral antes, durante y después del parto, a Isabel Coca para la buena preparación y al hospital San Joan de Deu por proveer el espacio en que se puede hacer un parto tan mágico también.

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